Huerfanada por segunda vez

El pasado sábado, alrededor de las 3:30 al estar checando mi mail, veo la noticia de una huerfanada. Dudoso de asistir por mi pereza, me decido a ir ( y no me arrepiento).

Nos quedamos de ver en el mismo lugar, Sanborns de Coyoacán, a los pocos minutos que llegue, me encuentro con mi hermano mayor, él me dice que la hermana no tarda en llegar y que la esperamos.

Cinco minutos después los tres nos disponíamos a buscar un lugar donde platicar. La primera opción el mismo barecillo con el techo a punto de caer, pero preferimos buscar otro lugar, bardeamos cerca a un banco, y la huérfana nos llevo a otro lugar.

En este nuevo barecillo la música y los precios no nos favorecieron mucho, pero eso no impidió que platicáramos por un buen rato. Desde la escuela, hasta experiencias personales fueron el tema de conversación. Esta vez no hubo literatura. Mas o menos a las 9 pm dejamos el bar para ir a una reunión que la huérfana tenía. Ahí encontré amigos de la universidad y unos nuevos amigos.

Aquí acabo la huérafanada, en espera de más huérfanos, de otra reunión y de más literatura. Me despido con esta un poco mediocre narración.